Espíritu vengativo

A veces me releo y me gusto. ¿Cuenta como masturbación?

¿Y si triunfo? ¿Y si…? ¿Volverías a hablarme? ¿Me saludarías al cruzarnos?

Escribí estas dos frases con espíritu vengativo.

Es poner ‘espíritu vengativo’ e imaginarme a un señor flaco con antifaz riendo alto, «JAJAJAJA». Qué le voy a hacer. Lo cuento para compartir a este superhéroe que me acompaña a mi pesar. Porque es indigesto.

Hay gente que te deja de lado y no sabes por qué. Te gustaría una explicación, aunque quizá duela más que la ausencia, porque la explicación puede ser «ay, chica, mira, te dejé de hablar porque eres gilipollas». Y a ver cómo lidias tú con ese toro, que eres tú, y encima gilipollas.

¿Es la gilipollez algo que se pueda medir objetivamente? No hay ningún baremo, ¿no? Así que a ese «eres gilipollas» puedes responder con el mismo razonamiento y algo menos de madurez diciendo «y tú más, no te jode, y aquí llevo aguantándote media vida».

Total, que te quedas con la ausencia. Igual que ese chico con el que te acostaste dos veces (iba a poner ‘que te tiraste dos veces’ pero luego me he dicho, Nataliaporfavor) y de repente lanza bomba de humo y desaparece. Sí tía, a mí también me ha pasado. Flipa. Icono de ojos abiertos y mejillas coloradas de whatsapp. Que encima, con esa madurez del «y tú más» que te acompaña, piensas, «pues como me escriba ahora le voy a ignorar yo a él». Para qué. Si pasa de tu culo, so pava. Que no te va a escribir. Perra vida.

No caes ni confiesas en que te comportaste tan mal con el pobre chaval que lo más lógico es que saliera huyendo. Pero ganas más siendo una incomprendida que una asquerosa. Las incomprendidas huelen mejor. Las asquerosas son cubos de basura de hacerse las duras.

A lo que iba, que quien sea te deja de hablar. Y tú en el desierto. Desierto de ignorancia, de amistad, donde la arena son todas esas preguntitas que te golpean la cara con el viento y que te recuerdan que a saber lo que ha pasado. ¿Y si soy gilipollas?  ¿Y si soy un cubo de basura al que la gente arroja las bolsas y noche a noche se va vaciando, para quedarse solo y con el mal olor? Qué pena, no me digas. Qué imagen.

Y sí. He tenido gente muy cercana que de repente se esfuma. Tampoco es que haya habido cientos, de hecho solo recuerdo uno sin motivo por mi parte.

Y me hago la dura, pero algo debe seguir escociendo para ornamentar tanto un rechazo. Peor. Un silencio. Así que a partir de ahora, ruego a las personas que alguna vez me han tenido en cuenta que, en caso de hartazgo, me lo hagan saber con un «vete al carajo» silencioso. Que ser cubo de basura se me da fatal. Y que vendo consignas pero la sinceridad se manifiesta en otra calle.

Natalia Sanguino Escrito por:

2 Comentarios

  1. Valva
    febrero 15, 2016

    Donde va a parar, las incomprendidas olemos muchísimo mejor, aunque sepamos q siempre tenemos algo de asquerosas.

    • febrero 22, 2016

      No se puede ser al 100% 🙂 Gracias por comentar 😀

Los comentarios están cerrados.